Con un poco de ayuda de aquí y de allá te montas una tienda en la que vendes ropa que te gusta....fantástico. Entonces llegan las lozas mensuales que tienes que pagar, tu presupuesto para todo es cada vez más pequeño, así que empiezas a hacerlo todo. Te apuntas a clases de costura y patronaje y te apasiona, ya no es sólo vender lo que te gusta sino hacer lo que vendes y te apasiona hacerlo. Y tu presupuesto para todo lo demás empieza a ser 0. Así que haces los escaparates, cambias bombillas, limpias, vas a comprar material, pides a los reyes una maquina de coser, diseñas las tarjetas, pasas la contabilidad, pagas las facturas, llevas a tu familia de aquí para allá, los arrastras contigo, vamos (y si tienes mi suerte, te apoyaran). Llega el día que todo eso no es suficiente, vuelve el sinsentido de todo esto, pero te sacas otra pasión de la manga y te pones a dar clases, no paras de dar clases y aprender muchísimo, así te vuelves a apasionar, dejas de hablar de la crisis, sabes todo lo que hay que hacer para mantener tu local, el taller se va comiendo a la tienda, pero tu pasión sigue intacta. Ahí sigues con tu tienda y tus facturas pagadas 12 años después.
Por muchos años mantengas la pasion y nos la sigas contagiando a tus alumnos! Felicidades!
ResponderEliminarNo había visto el comentario, muchísimas gracias Ana, espero seguir haciéndolo por mucho tiempo.
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