sábado, 30 de noviembre de 2013

Coser, cantar y lloriquear.

A veces pasan cosas, aparecen personas, ocurren situaciones.... Cuando vienen una detrás de otra consigues ver las puntadas que las unen, y cual prenda hilvanada, ves tu vida  con una posible forma que te gusta.
Así me veo, dando clases a una ex compañera de carrera redescubro mi parte graciosa, esa que hacia tiempo que le costaba aflorar, y que ahora no para de hacerme reír y hacer reír a mis alumnas. Creo que dar clases me sienta muy bien y comienza a ser indispensable en mi día a día.
También me veo emocionada, entonces aparece mi lado sentimental, justamente hace poco un amigo de años atrás me recordó por Mail que ser graciosa y sentimental siempre fueron mis encantos, y hoy con una alumna hemos hecho un bolso a partir de un proyecto que su madre en su día dejó inacabado,  fue muy emocionante.
Lágrimas de emoción, lágrimas de risa, máquinas de coser, puntadas, dedales, tijeras, hilos, agujas.... Todo junto es tan y tan enriquecedor, tan constructivo y tan creativo, que no puedo dar más que las gracias, gracias a todas las puntadas que me hacen ser una pieza de la forma que me gusta. Gracias a esas personas que reaparecen y a las que aparecen, por ser puntadas indispensables.
Probad a coser. 
"Tira con tirita y ojal con botón"

"Coser cuesta..." con Alex es un no parar de reír.

Foto de amistad de años atrás.




Bolso que terminamos con Ada a partir de un proyecto de bolso bordado que quedó entre las cosas de su madre.

Pilar


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